jueves, 2 de septiembre de 2010

Palillos chinos

Prácticamente todos hemos ido alguna vez a un restaurante chino. El concepto en México es más el de un café, en el que, además de comida presumiblemente china, se sirve café y pan (mi preferido es el niño envuelto). En España el concepto del restaurante chino está un poco más desviado hacia el buffet. En el caso de Inglaterra, donde suelen haber comunidades enormes de inmigrantes (y estudiantes) chinos, las cosas parecen más auténticas.



En China la base de la alimentación es el arroz. Nunca falta y es lo más barato. La mayoría de las veces está sólo hervido, sin ningún otro ingrediente, pero a veces tiene otras cosas, como huevo u hongos, y está frito.

Mi primer comida en China fue esta especie de barrilito. En el fondo contiene arroz y es carne de cerdo con hongos y salsa. El comienzo no estuvo nada mal.

Por supuesto, la comida china es una rica mezcla de verduras, carnes y granos. La siguiente foto corresponde a una especie de "tortellini" chino (no pude descifrar el verdadero nombre). Lo mejor es que te los hacen al momento de pedirlos. Los rellenan con carne o verduras y directo a cocerse en agua hirviendo.
Sin embargo, si hay un platillo pequinés famoso, definitivamente es el pato, que es horneado con distintas especias. Un buen pato a la pekinesa debe tener la piel crujiente, pero la carne suave. Lo sirven con una salsa dulce, aparentemente a base de soya, cebollas y una especie de tortillas, muy delgadas y pequeñas (¡pero no de maiz!). Una vez listo, el cocinero corta todos los trozos frente a la mesa, lo que se ve en la foto (lo sé, es mala, pero es que no había muy buena luz). El cerebro del pato debe comerse. Aquel que lo haga, será más inteligente. Lo mejor de todo, son los precios. En esta ocasión especial, en uno de los restaurantes más caros de la ciudad, eramos siete personas y pagamos alrededor de 800 yuanes (unos 80 euros). Y no sólo comimos pato, sino que también probamos sopa de pato, distintas carnes, verduras y arroz. Lo más caro fue la cerveza (y nos tomamos más de seis de medio litro).
Pero en ocasiones, la comida puede ser muy picante. El platillo de la siguiente fotografía era un inocente pollo. Debo decir que la foto fue tomada luego de comer el pollo, que venía empanizado y en muy pequeños trozos. Sólo dos personas nos animamos a probar los chiles.

Por supuesto, en China también se come pescado, y la siguiente foto es una muestra (aunque a primera vista no lo parezca). Este pescado (se puede ver la cabeza y la cola) tiene un modo de preparación muy peculiar:se abre completamente para quitar las espinas y se marcan cuadros por todo el pescado (sin llegar a cortarlos); luego se voltea completamente. Lo que vemos ahí, es en realidad la parte interna del pescado. La salsa era agridulce.

Ya se habrá notado que he ido de los más común a lo más "exótico". ¿Qué tal una brocheta de escorpiones, caballo o estrella de mar? Estas delicias se venden fritas en el mercado nocturno de Wangfujing. Cabe señalar que los escorpiones eran de lo más fresco; se estaban moviendo.
¿No es suficientemente exótico? ¿Qué tal un escorpión o una araña?



Como es evidente, en los restaurantes chinos en el extranjero, como es de esperar, sólo tenemos una muestra de la comida de este país y, en la mayoría de las ocasiones, se trata de una adaptación a los gustos locales.

Quien quiera ir a probar la auténtica comida china, debe estar dispuesto a comer de todo y, por supuesto, debe ir bien entrenado en el arte de comer con palillos porque en ningún lado encontrará cubiertos "occidentales". Algunos meseros (y demás comensales) se sorprenden de que los extranjeros coman con los palillos sin problemas. Algunos sólo se ríen, porque en ocasiones los problemas son inevitables.