martes, 21 de diciembre de 2010

21 dias en la India - dia 8

Cuando Gandhi comenzo a impulsar la revolucion "pacifica" buscaba eliminar el sistema de castas que ha regido a India durante miles de anyos. Bajo el principio de igualdad de los hombres, comunion entre las religiones y el fomento al orgullo de lo que implica ser indio (evitando la imitacion de lo ingles, de lo extranjero) logro, sin liderar una revuelta violenta, la independencia de India. Yo sospecho que el proceso de independencia se vio favorecido por un debilitado Imperio Britanico tras la guerra mundial.

Gandhi, como muchos otros, intentaba que los indios se sintieran orgullosos de su cultura, su lengua y su manera de vestirse. Hoy solo las mujeres visten de manera tradicional, con vestidos holgados y coloridos, muchos de ellos mostrando el abdomen. Los hombres visten de manera occidental y su deseo es, precisamente, parecer mas occidentales. Basta que vean una rubia para querer fotografiarse con ella.

En cuestion de religiones, parece que todas conviven. Hay movimientos internacionales, como el Baha'i, que procura que todas las religiones -sea musulmana, cristiana, hindu, judia, o cualquier otra- se unan en una sola bajo los mismos principios de comunion y busqueda del bien comun. Este movimiento internacional cuenta con el Lotus Temple, en Nueva Delhi. La realidad es que la gente va porque le gusta el edificio, no porque le interese esta union la religion.

lunes, 20 de diciembre de 2010

21 dias en la India - dia 7

Luego de conocer un par de pueblos del sur y del este, era momento de conocer la capital: Nueva Delhi.

Llegamos a las afueras del hotel despues de la media noche. Desde las ventanillas del taxi se veia un lugar lleno de basura, sin banquetas, perros durmiendo en la calle acompanados por algunas personas, hogueras y mingitorios en las esquinas de las calles. El taxista, buen conocedor del impacto que este entorno tiene en el recien llegado, no nos llevaria hasta el hotel sino hasta que le dieramos la propina que el queria: 50 rupias. El hotel, llamado Smyle Inn, resultaba de lo mas aterrador: escaleras estrechas, un entorno de basura y un cuarto sucio y obscuro. Una noche basto para cambiar de hotel a uno que francamente no era mucho mejor (parecia que las sabanas no se habian lavado en mas de una semana); bienvenidos a la India!.

Delhi, como toda capital, es una mezcla de todo tipo de gente y lugares. En una de las zonas, hay tres tiendas Reebok, dos Nike y dos Puma en una distancia de un par de kilometros. Por otro lado, en la estacion de trenes se pueden ver bultos de basura que, viendolos bien, resultan ser gente que esta derrumbada en el suelo con algunos trapos encima. La pobreza y la riqueza, asi como las distintas castas, se mezclan por doquier.

La ciudad cuenta con lugares que son patrimonio de la humanidad, como Qutab Minar, un centro musulman con mezquita y una enorme torre (conocida como Victoria Tower) o la Humayan Tomb. Alrededor de la Puerta de India, una especie de arco del triunfo con todo y llama al soldado desconocido, uno se siente en pleno Chapultepec. Esta lleno de jardines con puestos de comida y viejos vendiendo botes de jabon para hacer burbujas. Lo que escasea un poco son las parejas en el pasto.

Podemos caminar entre la gente sin llamar la atencion. No se dan cuenta de que somos extranjeros. El problema es cuando escuchan nuestras palabras y no les suena a hindi. Los mas curiosos preguntan y reaccionan diciendo "Mexican and Indian people are very similar". Los vividores -comerciantes, hoteleros y demas- nos ponen un signo de dolares en la frente, como a cualquier otro turista.







domingo, 12 de diciembre de 2010

21 días en la India - Día 5

Los medios de transporte usados en la India son famosos: tenes repletos con gente viajando hasta en el techo, motocicletas con tres o mas personas, coches viejisimos y retacados. Casi todo es verdad (a excepcion de los viajes en el techo del tren, porque ahora esta penado con hasta 3 meses de carcel).

Despues de mas de una hora y media en un vagon de tren lleno de gente y en un asiento disenado para cinco personas que de alguna manera alojaba a seis (y la septima comenzaba a buscarse un hueco), hemos llegado a Bishnupur, en Bengala.

Este pueblo esta lleno de contrastes. Nada mas llegar a la estacion, nos hemos visto abordados por un enjambre de senores, todos concductores de bicitaxis ofreciendonos un transporte rapido por el pueblo.  Luego de una pequena visita al "centro de recepcion de turistas" que no era mas que un hotel que no nos sirvio para nada, contratamos al chofer que nos llevaria a hacer el tour. El acuerdo fue de 150 rupias por el viaje y 150 rupias para el guia turistico, al cual encontrariamos en el primer punto de interes.


Por el pueblo hay subidas en las que hemos tenido que bajarnos y subir todos a pie. Se entiende que tras toda la comida que hemos consumido en estos dias, algun kilo de mas cauce que la cuesta sea una empresa imposible. A pesar de esas complicaciones, nuestro conductor se las arregla para pasar por estrechos caminos, esos que han sido disenados para alojar un solo coche, pero que admite hasta tres bicicletas, dos motocicletas, un autobus y a nosotros mismos. A pesar de ello, no ha arrollado una sola vaca, cabra, perro o pollos.


Los templos de esta zona son famosos por la terracota. Hemos visitado unos siete en la ciudad. Pareciera que son muchisimos, pero al final de cuentas son como iglesias. En Mexico hay calles que tienen mas de tres en un par de kilometros. Todos los templos son de ladrillo rojo, el mismo con el que se construyen las casas de la zona, si es que el propietario ha tenido suficiente dinero como para construirse una casa de ladrillo.


Los templos son centros sagrados, aunque se permite subir al infiel. Sin embargo, este debera quitarse los zapatos para poder acceder. Con ello, se tiene acceso al detalle:


Elefantes, tigres, dragones y barcos representan a la India del siglo XVII, siglo de creacion de la mayoria de estos templos. Los dragones se deben al contacto de India con China. Los barcos representan a los portugueses, que en aquella epoca eran colonizadores de algunas tierras del oeste.

Mi templo favorito ha sido este:

Al final el guia de turistas ha intentado timar a nuestro conductor. Queria quedarse con mas de 200 rupias y dejarle solo el resto. Luego de una trifulca en la que, potencialmente, participarian mas de 5 personas, una pareja de ancianos se ha acercado para solucionar el problema. Han puesto orden y cada quien ha recibido la parte acordada. El guia y el conductor pertenecen a dos castas diferentes, razon suficiente para que uno trate de abusar del otro. Una pequena propina para nuestro conductor luego de despedirnos en la estacion del tren, ha hecho dejar de lado el sobresalto y sonreir un poco otra vez. Nos ha dicho que la proxima vez que vengamos nos llevara a lugares nuevos.

 Todos los templos son impecables. No hay una sola muestra de basura, el pasto es verde y esta bien cortado. Este panorama de belleza se vuelve desolador tan pronto como se pisa la calle. Solo hay una linea de asfalto. No hay banquetas, sino zanjas de tierra polvorienta. La basura se amontona por las calles y solo es recogida por las vacas y cabras que, al no ser capaces de diferenciar la hierba del plastico, comen todo lo que encuentran. Un canal de unos 20 centimetros de ancho atraviesa practicamente todas las calles. Ese canal sirve para desalojar el agua lanzada mientras se bana a los ninos a la puerta de la casa. Ese mismo canal parece ser el bano para la mayoria de los habitantes del pueblo.

viernes, 10 de diciembre de 2010

21 días en la India - Día 3

Despues de mas de 20 horas de viaje, incluyendo varias en los aeropuertos, hemos llegado a la primer ciudad a visitar: Chennai. Quizas el nombre Chennai no diga mucho, pero este lugar era antes conocido como Madras.

Hay quien dice que India es sorprendente y que todo lo que se ve es inesperado.

Nos dijeron que alguien vendria a recogernos al aeropuerto. Hemos buscado alguna cara conocida o algun letrero con nuestro nombre justo al salir del area de llegadas. Nada.

Con un poco de incredulidad seguimos avanzando hasta llegar a la verdadera zona para esperar a los que llegan, fuera del aeropuerto y despues de los retenes policiales que se han hecho mas exigentes tras los atentados que el pais ha sufrido en los ultimos agnos. Mas de 40 letreros tienen nombres de empresas o personas (tanto nacionales como extranjeros). Detras de esos letreros hay otras tantas caras, casi todas muy morenas y con camisas blancas, un blanco distinto.

Hallamos el letrero para nosotros y nos encaminamos a la salida, aun sin tener contacto directo con quien nos ha ido a recoger por estar entre la multitud. El hombrecillo que nos llevaria en coche a la universidad media mas o menos 1.60, muy moreno y con el pelo negro y corto. Tiene un punto rojo y dorado en la frente; en ingles lo llaman "enlightment". Viste una camisa arremangada y pantalon claro a las rodillas. Va descalzo.

La avenida que va del aeropuerto a la ciudad es caotica. Me ha traido algunos recuerdos de Ermita Iztapalapa, ya en su ultima parte, o Tlahuac. Pero el caos no se compara: los coches "manejan con el claxon". No se fijan en los espejos, sino que cambian de carril sin avisar ni mirar. Si hay alguien detras, ya se los hara saber con el ruido. Por supuesto, es normal encontrar coches en sentido contrario.

Las instalaciones de la universidad son muy basicas. No hay que olvidar que el monzon esta todavia presente y la tierra se esta recuperando. Por ello, por las lluvias y la humedad, las paredes estan cuarteadas y la pintura se ve vieja. Es la viva imagen de alguna primaria rural de las que hay en Mexico.

Hemos venido a dar una platica. Nunca me habia sentido tan importante. Al entrar al salon todos se pusieron de pie para saludarnos y mostrarnos su respeto, asi como su agradecimiento por estar ahi. Durante la sesion una persona repartio cafe por la sala en vasos desechables. Para nosotros, habia tazas de porcelana (debo decir que esta diferenciacion no me gusto). Se nos ha dicho que estaban apenados pero que, debido a las lluvias de los ultimos cinco dias, el aforo no seria el esperado. Pero habia mas de quince personas, con lo que podemos estar mas que felices. Espero que lo que les hemos contado les haya parecido interesante.

Hasta ahora todo parece ser correcto: "India es sorprendente".

lunes, 6 de diciembre de 2010

21 días en la India - Día 1

Como el vuelo desde España sale a las 7:00 de la mañana, ha sido necesario madrugar. Después de haber dormido tres horas (por los preparativos de último momento), un taxi ha tocado a la puerta para recogerme y llevarme al aeropuerto. A estas horas no es posible llegar ahí ni en metro ni en autobús.

Los últimos 2 días han sido un caos en todos los aeropuertos de España. Una huelga oculta de controladores de vuelo ha provocado que todos los aeropuertos se colapsen. Dicen en las noticias que alrededor de dos millones de personas se han visto afectadas por la cancelación de vuelos. Sin embargo, según los periódicos y la misma página de la línea aérea, hoy todo debería funcionar normalmente.

A la llegada al aeropuerto todo parece estar bien. Ayer, el ejército y la policía tomaron el control de varios aeropuertos. El gobierno de España tuvo que tomar estrategias de alerta a las que se recurría desde la muerte de Franco. Las filas para registrarse funcionan de manera aparentemente normal y la gente se ve tranquila.

Sin embargo, bastaba con ver la siguiente imagen para saber que este sería un día aún más largo de lo que esperaba:


Todas las líneas aéreas estaban operando de manera normal. Todos los vuelos estaban saliendo relativamente a tiempo. El único vuelo cancelado era el nuestro.

Hemos permanecido más de dos horas esperando alguna respuesta. Sin embargo estamos tranquilos, ya que se nos dijo que a todos se nos ubicaría en otros vuelos sin costo alguno. A nuestro alrededor había todo tipo de gente: una familia ecuatoriana que iba a su país a pasar las fiestas decembrinas, una china que iba a Miami para un congreso, un par de españoles que iban a sendos congresos, uno a India y otro a Paris. Algunos, los que pensaban salir sólo de vacaciones por el puente y por un corto periodo vieron así, de manera prematura, terminadas sus vacaciones. Como nuestra estancia debía ser más larga, supuestamente 21 días, el viaje aún no había terminado.

Sólo hemos conceguido espacio en el vuelo del 7 de diciembre. De los 21días que debíamos pasar en India, sólo habrá 19.

21 días en la India - Día 0

A partir de ésta entrada tendremos una serie de publicaciones basadas en una visita de 21 días a la India. Debo decir que para la realización de dicha serie y, de hecho, para su título, me he inspirado en el programa de Cuatro (España) llamado precisamente 21 días.

No sé si habrá oportunidad de escribir todos los días, ya que no tendré mi computadora. Sin embargo, trataré de hacerlo cada vez que tenga acceso a un teclado.

La travesía comienza el 5 de diciembre.

martes, 19 de octubre de 2010

Air raid shelter

8 de septiembre, 1941

La guerra lleva ya varios años. Con la mirada nazi viendo hacia Gran Bretaña, los bombardeos de la Luftwaffe nos han alcanzado ya. Aunque su objetivo en esta zona es Manchester, Nottingham ha tenido la mala suerte de estar en el camino, por lo que no estamos a salvo de las enormes bombas lanzadas por los aviones.

Los aviones, totalmente cargados, vienen siempre de noche. Recuerdo haber sido despertado en más de una ocasión por las alarmas que el gobierno instaló para avisar de un posible bombardero. Nottingham tiene algo de "suerte", porque debido a la porosidad del suelo, durante años hemos cavado cuevas que ahora nos sirven como refugio. 

Al sonar las alarmas no nos queda más que correr al refugio más cercano y esperar mientras el estruendo de bombas cayendo se escucha sobre nuestras cabezas. Mientras estamos debajo, sólo nos queda  pensar en  dos cosas: si tenemos suerte, al final del bombardeo seguiremos vivos y si somos aún más afortunados al salir a la superficie nos encontraremos aún con nuestra casa en pié.

Parece que han pasado muchos años, quizás setenta, pero la alarma ha comenzado a sonar otra vez. Corremos al refugio más cercano, el que se ubica en Lenton Rd. A este pequeño refugio sólo han llegado cuatro personas: tres mujeres y yo. De pronto el sonido de las alarmas es sustituído por el de bombas. se escuchan como enormes pisadas de un gigante que está corriendo a lo lejos, pero que en ocasiones se acerca. 

Durante unos segundos todo se calma. Nos preguntamos si se trata del ojo del huracán. Es así. Un sonido cercano llama nuestra atención. Se trata de la puerta de acceso al refugio que se abre lentamente. Esperamos encontrar alguna cara familiar, la de algún vecino que se había retrasado, pero ya está aquí.

¡No! ¡Es una pareja de soldados japoneses! ¿Pero cómo es que han llegado aquí? Creía que  sus fuerzas sólo llegaban a China y el Pacífico. ¿Cómo han sido capaces de lanzar un ataque por tierra en esta zona? Tan pronto como puedo tomo la ametralladora que está junto a mí y empiezo a disparar sin demasiado cuidado.  Creo que he herido a uno de ellos. No recuerdo nada más...

jueves, 2 de septiembre de 2010

Palillos chinos

Prácticamente todos hemos ido alguna vez a un restaurante chino. El concepto en México es más el de un café, en el que, además de comida presumiblemente china, se sirve café y pan (mi preferido es el niño envuelto). En España el concepto del restaurante chino está un poco más desviado hacia el buffet. En el caso de Inglaterra, donde suelen haber comunidades enormes de inmigrantes (y estudiantes) chinos, las cosas parecen más auténticas.



En China la base de la alimentación es el arroz. Nunca falta y es lo más barato. La mayoría de las veces está sólo hervido, sin ningún otro ingrediente, pero a veces tiene otras cosas, como huevo u hongos, y está frito.

Mi primer comida en China fue esta especie de barrilito. En el fondo contiene arroz y es carne de cerdo con hongos y salsa. El comienzo no estuvo nada mal.

Por supuesto, la comida china es una rica mezcla de verduras, carnes y granos. La siguiente foto corresponde a una especie de "tortellini" chino (no pude descifrar el verdadero nombre). Lo mejor es que te los hacen al momento de pedirlos. Los rellenan con carne o verduras y directo a cocerse en agua hirviendo.
Sin embargo, si hay un platillo pequinés famoso, definitivamente es el pato, que es horneado con distintas especias. Un buen pato a la pekinesa debe tener la piel crujiente, pero la carne suave. Lo sirven con una salsa dulce, aparentemente a base de soya, cebollas y una especie de tortillas, muy delgadas y pequeñas (¡pero no de maiz!). Una vez listo, el cocinero corta todos los trozos frente a la mesa, lo que se ve en la foto (lo sé, es mala, pero es que no había muy buena luz). El cerebro del pato debe comerse. Aquel que lo haga, será más inteligente. Lo mejor de todo, son los precios. En esta ocasión especial, en uno de los restaurantes más caros de la ciudad, eramos siete personas y pagamos alrededor de 800 yuanes (unos 80 euros). Y no sólo comimos pato, sino que también probamos sopa de pato, distintas carnes, verduras y arroz. Lo más caro fue la cerveza (y nos tomamos más de seis de medio litro).
Pero en ocasiones, la comida puede ser muy picante. El platillo de la siguiente fotografía era un inocente pollo. Debo decir que la foto fue tomada luego de comer el pollo, que venía empanizado y en muy pequeños trozos. Sólo dos personas nos animamos a probar los chiles.

Por supuesto, en China también se come pescado, y la siguiente foto es una muestra (aunque a primera vista no lo parezca). Este pescado (se puede ver la cabeza y la cola) tiene un modo de preparación muy peculiar:se abre completamente para quitar las espinas y se marcan cuadros por todo el pescado (sin llegar a cortarlos); luego se voltea completamente. Lo que vemos ahí, es en realidad la parte interna del pescado. La salsa era agridulce.

Ya se habrá notado que he ido de los más común a lo más "exótico". ¿Qué tal una brocheta de escorpiones, caballo o estrella de mar? Estas delicias se venden fritas en el mercado nocturno de Wangfujing. Cabe señalar que los escorpiones eran de lo más fresco; se estaban moviendo.
¿No es suficientemente exótico? ¿Qué tal un escorpión o una araña?



Como es evidente, en los restaurantes chinos en el extranjero, como es de esperar, sólo tenemos una muestra de la comida de este país y, en la mayoría de las ocasiones, se trata de una adaptación a los gustos locales.

Quien quiera ir a probar la auténtica comida china, debe estar dispuesto a comer de todo y, por supuesto, debe ir bien entrenado en el arte de comer con palillos porque en ningún lado encontrará cubiertos "occidentales". Algunos meseros (y demás comensales) se sorprenden de que los extranjeros coman con los palillos sin problemas. Algunos sólo se ríen, porque en ocasiones los problemas son inevitables.

domingo, 22 de agosto de 2010

Beijing, China

La capital china, o mejor dicho, la parte norte, es más occidental de lo que muchos querrían. Muchas guías y sitios especializados se quejan y advierten que hay que venir pronto, antes de que todo se modernice y no quede nada de aquella ciudad antigua. Por un lado me da gusto verla tan moderna; hay personas a las que les gusta ver que los demás son diferentes o tienen menos porque les parecen "exóticos". No es mi caso.

Me dio mucho gusto ver estaciones del metro del nivel de las de Toulouse (uno de los metros más bonitos que conozco) y muchísimas personas con teléfonos de vanguardia. La gama de coches no le envidia nada a Europa.
La primera de las imágenes que quiero compartir esta vez es la de McDonald's. Quizás no sea ya una gran novedad, pero no deja de ser curioso.

Para darse una idea de lo que esto significa, leí que hace apenas 20 años era rarísimo ver en Beijing a un extranjero y que la gente los veía con suma extrañeza. Hoy, McDonalds, KFC y Ermenegildo no se qué (no sé el apellido) están presentes con los extranjeros que ello conlleva.

Como era de esperarse, no comí en McDonalds, sino en el lugar más chino que pude. En realidad no era un lugar tradicional. Hice lo mejor que pude y, para ser la primera vez, no estuvo mal. Se parecía a cualquier zona de comida en un centro comercial de la ciudad de México. Lo que me ayudaba es que tenían esos platos con comida de plástico de muestra, con lo que escoger se hace muy fácil y evita la necesidad de hablar. Este pequeño plato que comí, una combinación de hongos, cerdo y arroz (entre otras cosas), me costó 18 yuanes (menos de 2 euros).


Por supuesto, dado que estoy hospedado en el norte de la ciudad, debía ir al estadio olímpico. En realidad no tengo mucho que decir sobre él. Bonito es, pero nada como para quedarse con la boca abierta. Aquí cómo se ve desde la zona de hoteles (no donde está el mío, sino la zona de hoteles caros).
¡Pero ya era demasiada modernidad! Beijing es famoso por sus templos, procedentes de dinastías que tuvieron su apogeo hace más de 500 años, así que decidí ir a visitar alguno. La dinastía Ming (siglo XV) nos dejó uno de los más conocidos, uno de los símbolos de la ciudad: Tian Tan (que traducenn como "Templo del Cielo"). Aquí una primera mirada:




En realidad Tian Tan no es sólo un edificio, sino todo un conjunto de jardines, templos y edificios imperiales. En los templos hay tres puertas; por una entraba el emperador, por otra los funcionarios y por la central los dioses. Tian Tan es tan importante que en él se encuentra el mismísimo centro del mundo: el "altar circular". Este gordito está muy feliz por estar en ese centro:

Del otro extremo del complejo, a casi un kilómetro de distancia, se encuentra, ahora sí, el Templo del Cielo, lugar sagrado en el que solía rezar el emperador. El color azul y la forma circular simbolizan el cielo y el rojo es el color imperial.


Este edificio de más de 500 años está hecho completamente de madera y no tiene un sólo clavo, una joya arquitectónica.

Hasta ahora Beijing (o Pekín, aún no investigo cómo se llama realmente en chino) ha resultado un lugar fascinante en el que conviven los extremos: modernidad con tradición. Rascacielos con luces de neón y edificios milenarios de madera. Veremos qué más me depara.

¡Lo olvidaba! Intenté entrar a Tiananmen, pero aparentemente lo hice demasiado tarde (7:00 pm). Ya me extrañaba que no hubiera acceso a la plaza desde la calle, sino sólo a través de unos túneles. Esta es la única foto que logré sacar de ahí:

Muy respetuoso un guardia me invitó a retirarme (no fue tan respetuoso con unos chinos que estaban junto a mí, a los que echó de una manera un tanto agresiva). Para escribir esto he tenido que hacer un pequeño truco. No puedo acceder a esta página desde aquí, así como a muchas otras.

miércoles, 14 de julio de 2010

Common tea

Paul, originario de Sheffield, era un obrero como cualquier otro. Ello hasta que hace unos años se fue a formar parte del equipo para construir un túnel entre Inglaterra y Francia. Con un sueldo de 600£ a la semana, en poco tiempo el dinero dejó de ser una preocupación.

Paul era un viajero. Llegó incluso a trabajar en Nueva York. El problema es que poco tiempo después de comenzar ahí, la empresa tuvo que despedirlo. Sin embargo, no todos los despidos son una mala noticia; si ya estaba tan lejos, había que sacar provecho. Durante seis semanas cruzó toda la costa este de Estados Unidos, desde Nueva York hasta Florida. Y si de norte a sur había sido apasionante, de este a oeste debía serlo tanto o más. El viaje continuó desde Florida hasta California, incluso haciendo una escala de un día en alguna ciudad fronteriza de México.

Hoy Paul, quizás llegando a los 70, vive en Sheffield con su esposa. Con el dinero que ganó trabajando para otros, hace tiempo que decidió independizarse; consejo que da a todos. "La mejor decisión de mi vida", me dijo. El día de hoy, ya jubilado, ejerce como plomero "aún con licencia vigente".

Toda esta historia me la contó Paul en 10 minutos. Dado que era media tarde, me pidió una taza de té. "¿De qué tipo?", le pregunté -- "Verde, revitalizante, inglés". Y la respuesta fue tajante: "té común". Dado que nunca había preparado un té inglés para un inglés, tuve que preguntarle cómo debía hacerlo para no ofender su paladar. Con singular detalle, me describió el siguiente proceso mientras yo lo seguía al pié de la letra:
  1. Calienta un poco de agua hasta que hierva;
  2. Coloca el sobre en el fondo de la taza;
  3. Vierte el agua en la taza, pero sin llenarla del todo;
  4. Espera unos 4 minutos (de esa manera se concentrará los suficiente), y retira el sobre;
  5. finalmente, agrega un poco de leche.
A Paul le gusta el té "lechoso", por lo que fue un poco menos de una cuarta parte de leche. Sin embargo, según me confió, un té con tal cantidad de leche no le gustaría a nadie más. En realidad debería ser una quinta, e incluso sólo una sexta parte de leche.

Quizás sea ésta la experiencia más británica que he tenido y tenga por un buen tiempo.

Para mi alegría, Paul está pensando ya en su siguiente viaje. Me lo anunció diciendo "tengo que aprovechar, ahora que aún estoy en edad de hacerlo. El problema es que esta vez tendré que llevar a mi esposa, con lo que puede que sea un poco más complicado".

lunes, 5 de julio de 2010

Car boots

Ayer fuimos a un car boot.

¿Que qué es un car boot? Muy sencillo: es un lugar, generalmente en el campo, al que la gente va a vender cosas que ya no quiere. Alinean sus coches, abren las cajuelas y portezuelas y sacan todo a la venta. Quizás lo más parecido sea lo que teníamos antes (me parece que ya no) en el tianguis de La Bola o Santa Cruz: un mercado de pulgas. Un car boot se vé más o menos así.

Mientras pasábamos entre los coches, me dí cuenta de que lo que encontraríamos ahí era un monton de basura. ¡Pero basura útil! Tienen juguetes, lámparas, PS, planchas, tazas, libros, plantas, camas, cuadros, adornos, recuerdos, trenes...

Todo aquello que la gente no quiere guardar más en sus enormes sótanos viene a venderlo. Incluso encontramos una taza conmemorativa de la boda de Lady Di y el príncipe Carlos; "todo un artículo de colección" por un par de libras.

Gastamos alrededor de 18 libras y con ello compramos:

- un microsopio con telescopio
- una "electrostorm ball" (no me acuerdo del nombre en español)
- un alajero de madera
- dos tiendas de campaña
- un libro
- 6 posters
- 2 lámparas de escritorio
- un burro para planchar
- un juego de sábanas
- una toalla (que se perdió entre la batalla en uno de los puestos)
- un cepillo para aspiradora

Lo dicho: basura, pero basura útil y barata. Ahora soy el orgulloso propietario del libro Folklore Myths and Legends of Britain. ¡Pero no costó 10£ como en Amazon, sino sólo una!

El car boot al que fuimos se instala los domingos en Marsh Lane, cerca de un poblado llamado Eckington (al sur de Sheffield).

domingo, 27 de junio de 2010

La llegada: Newcastle

De Inglaterra todos hemos escuchado cinco cosas: Londres, siempre está lloviendo, la puntualidad es lo primero, a las 5:00 pm hay que tomar té y los ingleses son gente especial. Sobre Londres no puedo decir mucho; no he estado ahí, pero toda la gente me dice que definitivamente tengo que ir. La frase recurrente es "London is completely different". ¿Que llueve todo el tiempo? Llevo más de una semana aquí y no ha caído una sola gota. Es verdad, a veces está nublado, pero ese clima es perfecto para mí. ¿Puntualidad? Sólo he tomado un tren (de Newcastle a Sheffield) y se canceló. Tuve que tomar uno que salía 10 minutos después y hacer un cambio de tren (que no estaba planeado originalmente). Pero hay que aceptar que luego de todo este embrollo el retraso fue de sólo 8 minutos. ¡No está mal! En cuanto al té, parece ser verdad. No es tan rígido, pero el té (así como la siesta española) parece ser una tradición. Finalmente, lo especial de los ingleses. ¡Son gente normal! Hay de todo, personas muy formales e informales, rockeros con aretes, descamisados, alegres y hostiles. Finalmente los estereotipos son lo peor en el mundo: el 90% es falsos.

Este viaje ha comenzado en Newcastle upon Tyne (sobre el río Tyne), la ciudad (importante) más al norte de Inglaterra. Newcastle es famosa por su vida nocturna y las despedidas de solter[o|a] (que aquí se conocen como hen party (algo tendrá que ver con las gallinas). El sábado las calles estaban llenas de personas disfrazadas  para la despedida de solteros: los hombres como superhéroes y con el novio amarrado a un poste y las mujeres de hadas, listas para atacar. 

Newcastle upon Tyne debe su nombre a dos cosas: el nuevo castillo (que ya no es nuevo), y el río Tyne:



La otra estrella de la ciudad es el "conejo vampiro", que está justo detrás de la catedral. Según entendí, nadie sabe lo que es realmente y ni siquiera quién lo puso ahí.


En el tiempo que he estado aquí no he podido probar la comida inglesa. Aún no sé qué es. Dos días he comido en el barrio chino: fideos fritos (un día con pollo, carne y camarones y el otro con conejo) y dos días en restaurantes hindús. Por los sabores no me quejo, muy buenos los dos, pero el estómago sí se empieza a quejar.

¡Hora de hacer una pausa! No más comida exótica, no más ciudad. Decidí irme al campo (countryside, somo se conoce por acá).  Muy cerca de Newcastle (de hecho una parte se encuentra en la misma ciudad)  se encuentra el Muro de Adriano, que el emperador mandó construir en Britania hace casi 2,000 años para defender al imperio romano de los britones, "ese pueblo que no puede ser conquistado, pero representa un enorme peligro para el imperio". El muro llegó a tener una extensión de más de 100 km. Para llegar ahí tuve que tomar el tren y caminar casi 5 kilómetros (que con la vuelta sumaron casi 10). Pero el cansancio valió la pena; tuve la oportunidad de estar en una de las fronteras del imperio romano.

En la foto se muestra un fragmento del muro muy cerca de la población de Halthwhistle, "the Centre of Britain". Fíjense bien que la estructura se sigue dibujando sobre la montaña hacia el horizonte. Lógicamente, en su momento fue mucho más alta y tuvo, permanentemente, soldados romanos custodiándola.


Éste ha sido sólo el comienzo. Leyendas, castillos con caballeros e historia, mucha historia (y también un poco de trabajo), me están esperando. Ahora sigue Sheffield: la ciudad más verde de Inglaterra.