domingo, 12 de diciembre de 2010

21 días en la India - Día 5

Los medios de transporte usados en la India son famosos: tenes repletos con gente viajando hasta en el techo, motocicletas con tres o mas personas, coches viejisimos y retacados. Casi todo es verdad (a excepcion de los viajes en el techo del tren, porque ahora esta penado con hasta 3 meses de carcel).

Despues de mas de una hora y media en un vagon de tren lleno de gente y en un asiento disenado para cinco personas que de alguna manera alojaba a seis (y la septima comenzaba a buscarse un hueco), hemos llegado a Bishnupur, en Bengala.

Este pueblo esta lleno de contrastes. Nada mas llegar a la estacion, nos hemos visto abordados por un enjambre de senores, todos concductores de bicitaxis ofreciendonos un transporte rapido por el pueblo.  Luego de una pequena visita al "centro de recepcion de turistas" que no era mas que un hotel que no nos sirvio para nada, contratamos al chofer que nos llevaria a hacer el tour. El acuerdo fue de 150 rupias por el viaje y 150 rupias para el guia turistico, al cual encontrariamos en el primer punto de interes.


Por el pueblo hay subidas en las que hemos tenido que bajarnos y subir todos a pie. Se entiende que tras toda la comida que hemos consumido en estos dias, algun kilo de mas cauce que la cuesta sea una empresa imposible. A pesar de esas complicaciones, nuestro conductor se las arregla para pasar por estrechos caminos, esos que han sido disenados para alojar un solo coche, pero que admite hasta tres bicicletas, dos motocicletas, un autobus y a nosotros mismos. A pesar de ello, no ha arrollado una sola vaca, cabra, perro o pollos.


Los templos de esta zona son famosos por la terracota. Hemos visitado unos siete en la ciudad. Pareciera que son muchisimos, pero al final de cuentas son como iglesias. En Mexico hay calles que tienen mas de tres en un par de kilometros. Todos los templos son de ladrillo rojo, el mismo con el que se construyen las casas de la zona, si es que el propietario ha tenido suficiente dinero como para construirse una casa de ladrillo.


Los templos son centros sagrados, aunque se permite subir al infiel. Sin embargo, este debera quitarse los zapatos para poder acceder. Con ello, se tiene acceso al detalle:


Elefantes, tigres, dragones y barcos representan a la India del siglo XVII, siglo de creacion de la mayoria de estos templos. Los dragones se deben al contacto de India con China. Los barcos representan a los portugueses, que en aquella epoca eran colonizadores de algunas tierras del oeste.

Mi templo favorito ha sido este:

Al final el guia de turistas ha intentado timar a nuestro conductor. Queria quedarse con mas de 200 rupias y dejarle solo el resto. Luego de una trifulca en la que, potencialmente, participarian mas de 5 personas, una pareja de ancianos se ha acercado para solucionar el problema. Han puesto orden y cada quien ha recibido la parte acordada. El guia y el conductor pertenecen a dos castas diferentes, razon suficiente para que uno trate de abusar del otro. Una pequena propina para nuestro conductor luego de despedirnos en la estacion del tren, ha hecho dejar de lado el sobresalto y sonreir un poco otra vez. Nos ha dicho que la proxima vez que vengamos nos llevara a lugares nuevos.

 Todos los templos son impecables. No hay una sola muestra de basura, el pasto es verde y esta bien cortado. Este panorama de belleza se vuelve desolador tan pronto como se pisa la calle. Solo hay una linea de asfalto. No hay banquetas, sino zanjas de tierra polvorienta. La basura se amontona por las calles y solo es recogida por las vacas y cabras que, al no ser capaces de diferenciar la hierba del plastico, comen todo lo que encuentran. Un canal de unos 20 centimetros de ancho atraviesa practicamente todas las calles. Ese canal sirve para desalojar el agua lanzada mientras se bana a los ninos a la puerta de la casa. Ese mismo canal parece ser el bano para la mayoria de los habitantes del pueblo.

1 comentario:

  1. Cómo se nota que a ese ordenador prestado le falta la letra ene (con virgulilla). Antano escribiendo una historia de Espana de cuando era nino y juagaba en el cano con una cana, como toda la pena. Al llegar sucio a casa, mi madre dijo: ¡Cono!. Me dio lena a base de pantufla con sana, y me mandó directo al bano. Por cierto que se me rompió una una y me la apané con una hoja de vina.
    Bueno, eso es un poco de cona.
    De verdad que me parece más que entretenida la lectura de tu blog.
    Podías haberte dedicado a algo más que a la investigación informática.
    Saludos,
    Diego.

    ResponderEliminar